viernes, 20 de agosto de 2010

CONTEMPOPRANEA 2010


Mientras todos comíamos un bacalao dorada y hacíamos el repertorio nos reiamos y fantaseábamos de que modo y a que altura del concierto se le saldrían las tripas a César, todavía convaleciente.
Su textura de piel era más propia de un anfibio, la cerveza, las ganas de tocar y el bacalao lo devolvieron a la vida.


Cuarentaycinco minutos, para nosotros fue un suspiro. Casi todo el último disco y algunas canciones anteriores.
Tocar allí siempre es importante para el grupo, fué una gozada ver al público tan entregado. Aún así, realmente todos mirabamos de reojo el costado de nuestro maestro. Terminó el concietro, nos abrazó, nos dió las gracias por el rock (como hacía justo un año) y se lo llevaron.

Esa misma tarde aguantamos la tormenta solar a la sombra de un gin-tonic y al frescor de un árbol, asi que disfrutamos de la noche mientras Fabián nos decía que su vida era una tomadura de pelo de alguien...Eso es que va todo perfecto!