miércoles, 14 de julio de 2010

PULPOP. Roquetas de Mar






CAPITULO I: La Fiesta Nacional

Tocar en una plaza de toros tiene su punto, ahora si podemos decir con rigor que estaba hasta la bandera..

No tocábamos en la provincia de Almería desde hacía cuatro años y a juzgar por las caras de las primeras filas, que como dice nuestro amigo The New Raemon: “..son muy agradecidas..”, había muchas ganas de ver un concierto de Maga.

El bolo fue muy bueno, creciendo en intensidad hasta llegar a su máximo nivel: el momento en el que se fue la luz mientras interpretábamos los últimos acordes de Agosto Esquimal.

Estamos pensando si integrar tal corte en nuestras próximas fechas festivaleras, la gente rugía…

Hicimos un intento de despedirnos con una canción pero los amplificadores no volvieron a encender. Miguel y César improvisaron un Astrolabios a piano y acústica ayudados por la multitud.

Acabamos extenuados. César se encontraba mal y se fue al hotel. Nosotros nos quedamos a ver los conciertos y a vivir un poco el ambiente. Fin de fiesta



CAPITULO II: La cogida

Decidí volver al hotel, coger una toalla y pegarme un baño en la playa en soledad nocturna, de esos que ahuyentan fantasmas. En busca de mi momento hippie.

Al entrar en la habitación en busca de la famosa toalla me encontré a César rabiando de dolor en su cama. No se quejaba mucho pero su mirada echaba chispas.

Hubo que cambiar la toalla y la arena por la sucesión farmacia de guardia-ambulatorio-hospital.

Diagnóstico: Apendicitis aguda. A quirófano. Su hermano que andaba por Almuñecar se plantó rápido en el hospital.

Allí estábamos los cuatro como una cuadrilla velando por su torero. No podía ser de otra forma, si alguien merece llamarse “maestro” en Maga ese es César, nosotros la cuadrilla, Fabián el apoderado.

Ya nos fuimos a casa, dejamos atrás momentáneamente a César recuperándose en el hospital del Ejido y nos despedimos para siempre de su infecto e inoportuno apéndice.

Lo que no pase en una gira… todavía no llego a asimilar cómo pudo dar el concierto, los milagros del rock.

Mr. César Díaz. Un hombre, un destino

1 comentario:

  1. Estuvo increíble, hacía tiempo que no disfrutaba tanto en un concierto, me hicistéis volver años atrás :)

    Pobre César, lo que tuvo que pasar..

    Saludos!

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